Rosario de la Aurora

El Matrimonio y la Familia

Dicen los grandes pontífices, una cosa que no solemos tener presente, y es que los sacerdotes debemos repetir una y otra vez y ser insistentes en predicar y enseñarle al pueblo cristiano toda la doctrina santa del matrimonio y de la familia, de tal manera que los casados no se olviden de sus gravísimos deberes, del rol importantísimo que tienen en la iglesia y en la sociedad; y los que están llamados al santo matrimonio mediten muy seriamente a qué quieren comprometerse y si se sienten capaces de abrazar un estado tan santo, porque tienen grandes obligaciones y grandes sacrificios.

¿Quién instituyó el matrimonio? El matrimonio lo instituyó Dios y lo hizo instituyendo Él, las mismas leyes del santo matrimonio. El matrimonio lo instituyó Dios al crear a Adán, ponerlo en el paraíso terrenal, en el jardín del Edén; y luego de su costado crear a Eva, formar a Eva, y unirla a él en santo matrimonio.

Nos dice el libro del Génesis, capítulo primero, versículos 27 y 28, “y los creó macho y hembra y los bendijo diciéndoles: procread y multiplicaos y henchid la tierra”.

¿Por qué Dios instituyó el matrimonio? ¿Con qué fin Dios creó el santo matrimonio? Lo creó para que los esposos, en este caso Adán y Eva y su descendencia que formarían otras tantas familias, procreasen hijos en este mundo y los educasen para el cielo, cooperando con Él en el plan eterno de la salvación, en el plan eterno de cumplir con el número de los elegidos que Dios ha tenido previstos desde toda la eternidad. Y un segundo fin subordinado al primero, la ayuda mutua de los esposos, tienen que ayudarse para cumplir esta santísima misión, tienen que complementarse para poder realizarlo. (para continuar el tema haz clic aquí y revisa todos los videos de esta plática)