¿La Santísima Virgen María, la gran Madre de Dios, acaso ella murió?
R: ¿Qué nos dice la doctrina tradicional de la Iglesia?, ¿Qué nos dicen los Santos Padres? La doctrina, ciertamente, no ha sido definida aún como dogma de fe, pero en el consenso tradicional de la teología católica la sentencia de que, es decir, la conclusión, cierto, en función de los principios teológicos de la divina revelación, de los testimonios de la antigüedad cristiana, son verdaderamente inmensos para sostener que la Santísima Virgen murió. Por su puesto se trata de una muerte muy especial, y es por eso que se le ha dado nombres especiales para destacar esa singularidad de la muerte de la Santísima Virgen María. Entonces esta doctrina común tiene el respaldo incluso de la misma bula por la cual el papa Pío XII definió el dogma de fe de que la Santísima Virgen fue asunta en cuerpo y alma a los cielos, eso es un dogma de fe, es decir, poner en duda o negar a conciencia, se entiende cierto, cometiendo el pecado de herejía al negar o poner en duda esta verdad divinamente revelada por Dios nuestro Señor.
En esa misma bula decía el papa Pío XII: “Los fieles siguiendo las enseñanzas y guía de sus pastores aprendieron también de la sagrada escritura que la Virgen María durante su peregrinación terrena llevó una vida llena de ocupaciones, angustias y dolores, y que se verificó lo que el Santo viejo Simeón había predicho: que una agudísima espada le traspasaría el corazón a los pies de la cruz de su divino hijo, nuestro Redentor, igualmente no encontraron dificultad en admitir que María hubiese muerto del mismo modo que su unigénito, pero esto no les impidió creer y profesar abiertamente que su sagrado cuerpo no estuvo sujeto a la corrupción del sepulcro y que no fue reducido a putrefacción y cenizas el augusto tabernáculo del Verbo Divino”, y comenta el teólogo este texto diciendo: “Nótese la singular importancia de este texto, en la misma bula en la cual el papa Pio XII define la asunción corporal de María siguiendo las enseñanzas y guía de sus pastores, sostiene el papa, el pueblo cristiano no ha tenido dificultad en admitir la muerte de la Santísima Virgen”, es decir, estamos ante el sentir común de la Iglesia de Dios, la Santísima Virgen efectivamente murió.
Hay una serie de consideraciones teológicas que se podrían aludir a ellas, pero si el mismísimo Jesucristo, que es la segunda persona de la Santísima Trinidad hecho hombre, que se encarnó en las entrañas virginales de la Santísima Virgen, si él murió, entonces, la Virgen también podía morir…
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