GOZOS ANTE EL PESEBRE DE BELÉN
Inicia 16 de diciembre
(Para todos los días de la novena)
Coro
Dulce Jesús mío – mi niño adorado
¡Ven a nuestras almas! – ¡Ven no tardes tanto!
1. ¡Oh sapiencia suma – del Dios Soberano
Que al nivel de un niño – te hayas rebajado!
¡Oh divino infante – ven para enseñarnos
la prudencia que hace – verdaderos sabios!
2. ¡Oh Adonaí potente – que, a Moisés hablando,
de Israel al pueblo – disteis los mandatos!
¡Ah! ven prontamente –para rescatarnos.
Y que un niño débil – muestre fuerte brazo!
3. ¡Oh raíz sagrada – de Jesé, que en lo alto
presentas al orbe – tu fragante nardo!
¡Dulcísimo niño – que has sido llamado
Lirio de los Valles – bella flor del Campo!
4. ¡Llave de David – que abre al desterrado
la cerradas puertas – del regio palacio!
¡Sácanos, Oh Niño, – con tu blanca mano,
de la cárcel triste – que labró el pecado!
5. Oh lumbre de Oriente,- Sol de eternos rayos,
que entre las tinieblas- tu esplendor veamos!
¡Niño tan preciado,- dicha del cristiano,
luzca la sonrisa – de tus dulces labios!
6. ¡Espejo sin mancha – Santo de los santos,
sin igual imagen – del Dios soberano!
¡Borra nuestras culpas,-salva al desterrado
y en forma de niño – da al mísero amparo!
7. ¡Rey de las naciones – Emmanuel preclaro,
de Israel anhelo, – pastor del rebaño!
¡Niño que apacientas – con suave cayado,
ya la oveja arisca,- ya el cordero manso!
8. ¡Ábranse los cielos – y llueva de lo alto
bienhechor rocío – como riego santo!
¡Ven hermoso niño,- ven Dios humanado,
luce hermosa estrella,- brota flor del campo!
9. ¡Ven que ya María – previene sus brazos
do su niño vean,- en tiempo cercano!
¡Ven, que ya José,- con anhelo sacro,
se dispone a hacerse – de tu amor sagrario!
10. ¡Del débil auxilio – del doliente amparo,
consuelo del triste,- luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,- mi dueño adorado,
mi constante amigo, – mi divino hermano!
11. ¡Veante mis ojos,- de ti enamorados-
Bese ya tus plantas,- bese ya tus manos!
Prosternado en tierra – te tiendo los brazos,
y aún más que mis frases – te dice mi llanto!
12. ¡Ven Salvador nuestro – por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas,- ven no tardes tanto!
-El Verbo se hizo carne.
-Y habitó entre nosotros.
Oración
Omnipotente y sempiterno Dios, Señor del cielo y de la tierra, que os reveláis a los pequeñuelos, concedednos que, venerando los Santos misterios del Niño Jesús con el debido honor y siguiéndole con la debida imitación, podamos llegar al reino de los cielos que a los pequeñuelos prometisteis. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.